domingo, 3 de octubre de 2010

¿Somos emocionales o somos racionales?

Muchas veces se ha hablado de la decisión de compra desde la perspectiva de la racionalidad. Pero lanzo la siguiente pregunta: ¿pensáis que los seres humanos somos racionales comprando? Opinad. En la mayoría de los casos los seres humanos carecemos de racionalidad a la hora de adquirir productos y servicios, y más aún en un capitalismo cada vez más dictado por el materialismo. ¿Cuántas cosas se compran sin que realmente sean necesarias? ¿Me compro un coche como el de mi vecino porque soy racional? ¿No será que me dejo llevar por la emoción? ¿llevo unas Nike por sus características tangibles y racionales? Pensad ejemplos que defiendan el hecho de realizar la acción de compra de forma racional, encontrareis pocos. Estamos en la era del neuromarketing.

Los investigadores de marketing se han dado cuenta de que lo que las personas piensan es menos predecible de lo que sienten cuando se trata de productos que adquieren.

Las marcas emocionales, como Coca-cola, ofrecen un medio y una metodología para conectar los productos con el cliente de un modo emocionalmente profundo. Se busca con ello la satisfacción material del cliente, pero sobre todo que éste experimente una plenitud emocional.

Hay un problema. El marketing emocional tiene el riesgo de parecer manipulador. Muchos clientes están cansados de que una empresa intente llegarles al corazón para venderles algo. El equilibrio es algo necesario, hay que buscar la coherencia entre lo que se comercializa tanto al lado izquierdo como al derecho del cerebro. Seamos emotivos, pero no tontos.

3 comentarios:

  1. has dado en el clavo, desde mi punto de vista, en dos aspectos... corre el riego de manipular, acaso no manipula ya?? desde mi punto de vista si, y .... somos emotivos, no tontos... hya personas que no encuentran bien la diferencia entre ambas, por eso el marketing puede ser y es manipulador... en fin....

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  2. El marketing no tiene culpa de que haya gente que no sepa diferenciar entre la emoción y la razón. El marketing no es el mal del mundo. Aunque bien es cierto que ciertas empresas pueden practicar un marketing manipulador del que estoy en contra. Se trata de PERSUADIR, nunca de manipular.
    Gracias por tu comentario Paloma

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  3. El marketing no tiene culpa de que haya gente que no sepa diferenciar entre la emoción y la razón. El marketing no es el mal del mundo. Aunque bien es cierto que ciertas empresas pueden practicar un marketing manipulador del que estoy en contra. Se trata de PERSUADIR, nunca de manipular.
    Gracias por tu comentario Paloma

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